La soledad es una emoción muy común, más de lo que creemos. Recuperar el poder implica ser conscientes y trascender la soledad.
Yo me he sentido sola muchas veces y estoy segura que tú también.
¿Cuándo comienza la soledad?
La sensación de soledad comienza incluso antes de nacer, cuando comenzamos a relacionarnos con el exterior y sentimos que el exterior, ósea, nuestros progenitores, no están atentos o no se sienten cómodos con nuestra presencia. Quizás al principio no se lo esperaban, quizás no fuiste una niña buscada o quizás sí, pero una patadita interior en mal lugar causa un dolor inesperado en el cuerpo de nuestra madre, creando así un rechazo; inconscientemente comenzamos a sentir que hemos causado daño y por eso nos rechazan.
Allí, comienzan algunas sensaciones de soledad.
La más fuerte es cuando nacemos, nos separan por completo de ese lugar cálido, acuoso y protegido, para colocarnos en una habitación fría, con ruidos y gente extraña, separadas por completo del corazón de nuestra madre.
Menudo trauma…. Desde ese momento, nos pasamos la vida anhelando la unidad con otro ser, para no sentir la separabilidad. Esa separabilidad comienza a afectar a todos los campos de nuestra vida.
Nos sentimos separadas de la fuente, de la madre, del latir de la vida, de la madre cósmica, de la divinidad.
La separabilidad nos quita poder
La separabilidad, es un estado interior que tiene que ver con la falta de consciencia. Sentimos la soledad debido a la separabilidad, porque no sabemos quiénes somos, para que nacimos, de donde venimos y hacia dónde vamos.
Nos sentimos aisladas, solas en un mundo que no nos brinda las respuestas de nuestros orígenes y naturaleza.
¿Cómo podemos superar ese estado de separabilidad y soledad?
Para superar ese estado de separabilidad, primero hemos de saber que todos los Seres son manifestaciones infinitesimales del UNO, de la substancia primordial que es Espíritu.
Parece fácil, ¿verdad? No siempre lo es.
La sensación de separabilidad dura mientras dura la manifestación individual en un cuerpo, en la materia, y en una mente poco consciente.
Hoy te he contado esto para que seas consciente.
Cuando comenzamos a comprender de donde salen nuestras emociones de dolor, en este caso, la soledad, comenzamos a sanar y recuperar nuestro poder.
Nuestro empoderamiento personal comienza con la consciencia de que somos uno con la Divinidad, con la madre cósmica, con la esencia del ser Uno. Esto es gradualmente comprendido a medida que nuestra conciencia individual escala en la evolución, así se supera esa sensación.
Pero aquí suceden las mil preguntas. ¿Cómo va a ser lo mismo un ave que una planta o un ser humano a una medusa? ¿cómo es posible que en nuestro universo interior un músculo sea igual a un hueso o una neurona a un glóbulo y que los sentidos de nuestro cuerpo sean tan diferentes y que desempeñen funciones tan distintas?
Siendo todo tan diferente existe un propósito para el cual reina un orden, coordinación y armonía sin lo cual no puede existir lo uno sin lo otro. Todo tejido, órgano y sistema de nuestro cuerpo humano obedece a la intención de darle forma a un ser humano único para asegurar la eternidad de la creación. En tu caso esa creación eres tú, en el mío, soy yo.
Igual sucede a escala mayor en el universo.
Los seres humanos tenemos conciencia de que existimos, tenemos un cuerpo, una mente, un alma y un espíritu y todo nuestro ser existe y se coordina bajo el propósito del Ser Uno, la vida que surge en si misma para seguir creando y seguir expandiéndose en si misma.
¿Qué rebuscado?… Te lo explico, eres amor, eres poder, eres cuerpo, mente y espíritu, eres Dios, Diosa y Todo lo que ES.
Dudas sobre tu divinidad porque eres un ser Dual, vives en un mundo dual y has aprendido por contraste, por dualidad. Aquí aparece el famoso ying y yang.
Cuando te fusionas en tu ser esencial, te empoderas, vuelves a ser tu misma, la divinidad encarnada en una pequeña porción de nanotecnología que vibra, siente y que es divinidad también.
Hoy te invito a que vuelvas a ti, a que te comiences a decirte a ti misma esta verdad, repítela varias veces por día, hasta que la sientas, hasta que te resuene.
Se consciente y recupera tu poder frente a la soledad
Se consciente que, aunque hayas sentido rechazo en la infancia, lo que está pasando verdaderamente es que te has rechazado a ti misma como divina.
Como parte de Dios y, mientras sigas rechazando esa divinidad que eres, seguirás sintiendo soledad y separabilidad.
Somos Diosas, estamos teniendo una experiencia humana que nos acerca a la evolución de nuestra consciencia, hasta que comprendamos, qué somos y que este conocimiento es la resurrección a la verdadera vida, que está aquí y ahora en nosotras, solo necesitamos volver sentir la unidad para desear experimentar la vida plenamente.
La separabilidad hace que una persona sea incapaz de integrarse y participar con su propia voluntad, en el seno de un grupo de cualquier dimensión o naturaleza. Y si sufre tal complejo de inferioridad se aislará progresivamente en el grupo, hasta sentirse inútil y volverá a su reclusión. ¿Que grado de separabilidad crees que te caracteriza?
Renuncia a la separabilidad y comienza a vivir la unidad.
Renuncia a la soledad y siéntete una conmigo y con toda la divinidad.
Estamos juntas en este planeta, vivimos experiencias parecidas con diferente intensidad, queremos sentir nuestra propia unidad.
Hoy decidamos sentirnos unidad. Estoy en ti y tú en mí. Somos una con la MADRE CÓSMICA, ella nos lleva en su vientre y nunca hemos salido de allí.
Repite conmigo.
Yo soy amor, soy poder, Yo soy un cuerpo, mente, espíritu y Yo Soy Dios, Diosa y Todo lo que Es.
Te amo.
Angelica.
Si quieres comenzar a SANAR, AMARTE MÁS Y VIVIR TU EMPODERAMIENTO ESPIRITUAL FEMENINO puedo acompañarte:
- Con el curso para sanar y transformar tu vida: “Sacerdotisas Estelares, de la mano de María Magdalena”
- Con el curso online para tu nutrición espiritual: «Ámate más y nutre tu alma”
- Con la formación online que he preparado para ti: “Matriz Divina. Empoderamiento Espiritual Femenino”